El maquinista de La General, una obra maestra del cine mudo

El maquinista de la general
Fotograma de El maquinista de La General. Imagen vía Anarkoala.

Basada en una historia real

Buster Keaton decidió rodar la película, de la que es director, co-guionista y protagonista, tras leer “La gran persecución de la locomotora”, de William Pittenger. El libro narra una historia real sucedida en 1862, en plena Guerra de Secesión. Veintiún soldados norteños se infiltraron en tierras confederadas para sabotear a los ejércitos del sur. Dado que la cadena de avituallamiento del ejército sureño dependía enormemente de las líneas ferroviarias, los espías robaron una locomotora llamada “La General” y se dirigieron al norte con ella, destrozando raíles, puentes y líneas de telégrafo a su paso. William Fuller y James Cain, conductor e ingeniero del tren respectivamente, se lanzaron a una persecución incansable, siguiendo a La General durante más de 80 kilómetros a pie, tren y vagón hidráulico.

A pesar de los esfuerzos de los norteños por impedir su avance, llegando a quemar y soltar el último vagón de “La General”, los perseguidores les siguieron la pista y lograron reparar un telégrafo y avisar a un destacamento de tropas confederadas, que tendieron una emboscada y capturaron a los espías cuando estos se refugiaban en los bosques cercanos. Ocho de ellos fueron condenados a muerte, catorce intercambiados como prisioneros de guerra, “La General” fue recuperada y sus operarios recompensados con Medallas de Honor. Desde luego, una historia digna de inmortalizarse.

Buster Keaton y “La General”, dos estrellas

Aunque la historia real es una llena de épica, acción y un final bastante trágico para los espías, Buster Keaton logró darle su sello personal convirtiendo la historia en una comedia, a la que se consideraba su mejor película.

En ella, Johnnie, el maquinista, es un hombre algo cobarde locamente enamorado de Anabelle. Ella le rechaza cuando no logra alistarse en el ejército y un año después se encuentra a bordo de La General cuando es secuestrada. Johnnie se lanza en su búsqueda sin saber que ella está a bordo, y acaba convirtiéndose en un héroe por el rescate de ambos.

El maquinista de la general.
Fotograma de El maquinista de La General. Imagen vía Maite García Nieto.

A pesar de los intentos de Keaton, la película no pudo contar con la verdadera “La General”, que estaba expuesta en Chatanooga, Tenesse. Los responsables de la estación negaron su consentimiento al enterarse de que la cinta iba a ser una comedia, y la producción tuvo que construir dos réplicas exactas de “La General” y la “Texas”, el tren utilizado por Johnnie (y los auténticos persecutores) para seguir a los espías.

Ambos trenes eran locomotoras de tipo 4-4-0 fabricadas para la compañía Western and Atlantic en Nueva Jersey entre 1855 y 1856. A pesar de que “La General” resultó dañada tras el robo, continuó en servicio hasta 1891 tanto para su compañía original como para el Servicio de Ferrocarril Militar de Estados Unidos. Desde entonces fue presentada en diversas exposiciones y actos conmemorativos de la Guerra Civil, y aún hoy puede encontrarse en el Museo Kennesaw de la Guerra Civil, en Atlanta.

Fuentes: IMDB, Southern Museum of Civil War and Locomotive History, El Correo, Wikipedia.

 

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