El mundo de los aficionados al ferrocarril

Muchas personas disfrutan de aficiones o pasatiempos para distraerse y divertirse en su tiempo libre. Ya sea escribir, interesarse por los animales, realizar fotografías… Hay quienes muestran interés por los medios de transporte como los aviones, trenes, autobuses o coches. Si bien estos hobbies parecen un poco «raros», hay gente que vuelca su vida en ellos y, en ocasiones, los hace una verdadera forma de vida. A continuación descubrirás quiénes son los aficionados al ferrocarril y su rico mundo.

Los orígenes

Es complicado determinar cuándo se comenzó a desarrollar esta afición. sin embargo, todo apunta a que se remonta al viejo oeste, cuando los primeros trenes surcaban el nuevo continente. Ya en ese entonces hubo gente que mostró su interés por este medio de transporte, ya que era la novedad. Pero su atractivo debe tener algo especial que hoy, más de un siglo después, el tren sigue cautivando a personas de todo el mundo.

Personas que les han llamado la atención los trenes desde temprana edad, debido a su excepcional figura, sonido, robustez, varios viajes realizados… ¿Hay algún niño al que no le gustan los trenes? Muchos pierden la pasión con la edad pero algunos pocos, los que luego se convierten en aficionados al ferrocarril, acaban por interesarse profundamente y querer aprender más sobre el mundo del tren.

El tren y la familia

En muchos casos, la familia juega un gran papel en el fomento de esta inclinación por el tren, ya que se pasa de generación en generación. Padres, tíos, abuelos o hermanos a quienes les gustan los trenes, hayan sido o no ferroviarios, hacen que a los más pequeños les pique el gusanillo. A algunos les pica tanto, que se genera un sentimiento más fuerte que el de una simple afición.

Las distintas ramas de los aficionados al ferrocarril

Para gustos colores ¿no? Es algo que en este mundillo queda muy patente, con una amplitud de ramificaciones impresionante que han creado especialidades muy distintas las unas de las otras.

Fotografía ferroviaria

Mezclar trenes y fotografía resulta una excelente combinación. Tanto, que una gran mayoría de aficionados (en especial desde la aparición de las cámaras digitales) dedican la mayoría de su tiempo a capturar con su cámara los pasos de los trenes, paradas, maniobras… En esta rama se mueven muchos estilos de fotografía: artística, técnica, etc. pero en la mayor parte de las ocasiones el tren es el protagonista de estas instantáneas. ¡Y hay quien se acuerda de la infraestructura!

Lo más valorado por los fotógrafos ferroviarios es el conseguir una o varias fotografías de trenes especiales que circulan muy de vez en cuando; ya sean trenes históricos, de mercancías o los pocos que quedan con material convencional.

Seguimiento de trenes

Más conocidos por su nombre inglés (trainspotters) -no los confundamos con los drogadictos-, existen aficionados al ferrocarril cuya pasión es hacer un seguimiento de los movimientos de determinado material móvil, como puede ser una locomotora concreta o una serie de automotores. En España lo común es que se haga sólo con vehículos peculiares, como la 251-004. Pero en otros países es habitual que se lleve un seguimiento exacto de toda la flota de una empresa.

Modelismo y trenes de jardín

Hay muchos aficionados al ferrocarril a los que les apasiona tener su propio sistema ferroviario en casa o en el jardín. Desde tiempos lejanos, el modelismo es una de las variantes de esta afición que más adeptos tiene. Generalmente de gente que quiere reconstruir en poco espacio un ambiente real o ficticio. Existen multitud de fabricantes y de escalas, predominando H0, N y G (popularizada por la marca LGB).

Minitrenes tripulados

Hay quienes no se conforman con el transporte de pasajeros ficticios y optan por construir auténticos ferrocarriles de pequeño tamaño por los que circulan pequeños trenes de viajeros. Popularmente se identifican por su ancho de vía, siendo los más habituales los de 5″, 7 ¼» y 10″. En España existen múltiples asociaciones encargadas de la construcción de auténticos parques ferroviarios para el disfrute del público… ¡Con trenes de vapor incluidos!

Restauración de trenes históricos

Sin lugar a dudas, los aficionados al ferrocarril más sufridos son aquellos que se dejan la piel para poner en marcha y mantener las viejas glorias sobre raíles. Una tarea difícil y costosa, que pocos se atreven a iniciar.

En este vídeo, podemos ver al automotor 9121 «Zaragoza» en proceso de restauración por AREMAF (Asociación Madrileña de Restauración de Material Ferroviario).

Coleccionismo

Hay muchos a los que les tener una pequeña parte del ferrocarril en posesión. Por ello, tienen en su casa pequeños objetos ferroviarios; ya sean de trenes, de la propia superestructura ferroviaria, archivos de empresas ferroviarias, libros… ¡incluso un tren real!

Arqueología ferroviaria

Otra de las variantes dentro de los aficionados del ferrocarril es la de descubrir y deambular por los restos de antiguas líneas férreas o de trenes que ya no prestan servicio. Todo un momento para recordar o imaginar cómo sería viajar por esas vías ya desmanteladas en uno de esos anticuados trenes. La emoción y el poder de la imaginación para ver esto en nuestra cabeza es indescriptible.

La pasión y el trabajo

El sueño de muchos amantes de los trenes es trabajar de ferroviario y hacer de su pasión su modo de vida.

Algunos aficionados, después de un duro esfuerzo y sacrificio han llegado a ser ferroviarios y trabajar en su medio de transporte favorito. Para unos esto se convierte en la ilusión de su vida, ya que han convertido su pasión en su trabajo. En cambio, otros acaban viviendo una mala experiencia, ya que esto les lleva a agobiarse y a no tener un hobbie con el que desconectar y descansar.

Muchas son las historias de personas que pasaron de ver los trenes pasar con su padre cuando eran pequeños a estar a los mandos de una locomotora o del enclavamiento de una estación.

Asociaciones de amigos del ferrocarril

Hay asociaciones formadas exclusivamente por aficionados al ferrocarril o amigos del mismo, como suelen llamarse. A lo largo y ancho del mundo hay miles de ellas, siendo más de 70 las que hay en España, la mayoría agrupadas en la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Ferrocarril.

Cada una de ellas se dedican a una o varias cosas en concreto relacionadas con el ferrocarril: modelismo, trenes tripulados, trenes históricos, archivos ferroviarios, vapor vivo, etc.

Trenes y nostalgia

Una inmensa mayoría de aficionados al ferrocarril rechaza la modernización del sistema añora los viejos tiempos. Muchos se toman al pie de la letra lo que decía Karina de que cualquier tiempo pasado nos parece mejor. Es un fenómeno que pasa en todas las generaciones por motivos difíciles de explicar. Si quieres expresar tu opinión sobre esto, ¡te invito a que me dejes un comentario abajo del artículo!

El lado oscuro: envidias, lucros y roces

Lamentablemente, no todo es bueno en el mundo de los aficionados al ferrocarril. En esta radiografía no podemos dejar de mencionar que, como en todas partes, se dan episodios despreciables.

Pero no es algo grave. Quienes conocen este mundillo saben las envidias y roces que hay entre asociaciones que, por encima de trabajar en conjunto por el bien de los trenes, compiten entre ellas para ver cuál es la mejor en el mundo ferroviario.

Casos similares pasan en la rama fotográfica ferroviaria, en la que aficionados se disputan entre ellos de quién ha hecho la mejor fotografía o quién a capturado la imagen de un tren y otro no. Por no hablar de la apropiación de otras fotos ¡Lamentable!

Las empresas ferroviarias y la afición

La relación entre las empresas y los aficionados al ferrocarril tiende a depender mucho de los países. Por lo general, tienden a buscar relaciones de colaboración generalmente para la puesta en marcha de trenes históricos o realizar actividades que fomenten a este medio de transporte.

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